11 nov 2015

Partida por una escapadita en la costa uruguaya !

        Después de mi renuncia a mediados de junio 2015 de Arsat, preparé en una decena de días una mudanza internacional express, que en realidad consistió en un set de cuatro valijas (32kg cada una por favor) + una mochila & mi guitarra en equipajes de mano que llevé yo mismo en Francia para unos altamente esperados reencuentros con mi familia & amigos que no había vistos desde tres años ! Una estadía memorable de dos intensas semanitas repartidas entre Paris, Bordeaux, y Toulouse, a festejar e intercambiar noticias, y a descubrir los algunos pibes aparecidos durante mi ausencia. Lamentablemente no logré ver tod@s en este corto tiempo, pero me recuperaré a la vuelta con una gran gira europea ! Otra vez un gran agradecimiento a todo el grupo, fue tan bueno volver a verles, y su recepción me calentó el corazón ! :)
Y luego de un desvío de una semana por Montréal para visitar a una amiga viviendo allá y descubrir la zona, volví a mediados de julio en Buenos Aires para vender todas las cosas que me quedaban - un momento realmente liberador debo decir, "Lo que tienes termina teniéndote !" como diría el Sr Durden - y preparar mi partida.
El preaviso de salida del depto siendo fijado al lunes 31 de agosto, fueron entonces seis semanas intensivas a hacer malabares con la preparación de la moto y de los equipajes, la venta de los meubles y cosas, las noches de despedida con los locales, y la restitución del depto.




        Finalmente no me salió tan mal con la moto correctamente preparada y el depto devuelto en tiempo (y casi hora) y en un estado correcto. La selección de equipajes a contrario, como lo descubrí al momento de despegar, todavía necesitaba un poco de trabajo... 
Una vez devueltas las llaves del depto, supe desde los primeros metros con la moto, en la vuelta apretada y la subida de salida del garaje, que iba a tener que quedarme un día más en la zona para una segunda sesión a aliviar más seriamente que de una media bolsa de ropa ! Rumbo al taller de los amigos Carlos & Lucas, quien otra vez me salvaron albergándome al primer piso de su garaje, sobre los bordes del rio Luján. Ahí pasé el fin de día y la noche seleccionando lo que me parecía lo más superfluo y a re-trabajar la distribución de los equipajes restantes, buscando llevar el peso por abajo y entonces el centro de gravedad... 
Lo que voló, en desorden : una pequeña decena de libros (y sí !), los 3/4 de los productos de mantenimiento (líquido de enfriamiento / líquido de freno / agua desmineralizada para la batería & jeringa para llenarla / aceite de horquilla / spray de cadena líquida para tapizar las gomas en caso de nieve / filtro de aceite & de aire que recuperé en Córdoba), el kit de buceo (máscara / compu de buceo / bitácora / calculador nitro) que esperaba poder usar 2-3 veces durante el viaje, algunos productos duplicados (spray anti-mosquitos & crema solar), 2 sunchos elásticos, 1 cargador de pilas, los 2 estuches de redes de acero PacSafe para las bolsas impermeables, los sunchos de transporte de las 2 bolsas, y un estuche de compu. Aproximadamente una decena de kilos de ganados !

        Y luego de una buena noche a descansar en el sillón de oficina del primer piso, me desperté cerca de las 7h con ruidos de fuerte viento y algo como un chapoteo en planta baja : "la sudestada is in the house" ! Efectivamente, ese viento venía del sureste y empezaba a hacer desbordar el rio al punto de alcanzar ya la mitad del taller - fuertemente expuesto por ser justo al borde del rio - al momento en que bajé a controlar su progresión... Moví la moto hacía la salida del garaje y subí los equipajes en la escalera, pero el agua ya había tapado la calle y era tarde para realmente salir sin vadear en algunas decenas de centímetros de agua !




        Tuve que esperar algunas horas antes de que el nivel baje suficientemente y que pueda cargar la moto para un run de ensayo y validación de esta nueva selección de equipajes. Aquel ensayo revelándose concluyente, pude efectuar mis últimas obligaciones previas a la partida (restitución de la box wifi a CableVision & depósito de algunas lucas que me sobraban en mi cuenta) y comer algo antes de mandarme a tomar la ruta. La televisión difundía alertas de mal tiempo y otros anuncios de inundaciones en toda la región, pero no había forma de que demore más la partida !
Luego de despedirme de Carlos & Lucas (iba a encontrarme con Carlos el 18 de septiembre en Córdoba) y de algunos de sus amigos presentes al momento, por fin solté las amaras cerca del mediodía, rumbo a Gualeguaychú a la frontera entre Argentina y Uruguay. Un pequeño trayecto de unos 200kms para empezar tranquilamente, pero finalmente será bastante cerca de la distancia que estaré cubriendo en promedio por día andando.





        Como lo imaginan, a pesar de la maniobrabilidad fuertemente reducida de la moto y de la prudencia de rigor para no meterse al piso ni bien salido, las primeras decenas de kilómetros se hicieron con una p*** banana por debajo del casco ! :)
Saliendo de Tigre en dirección de Zárate, mi trayecto empezó por aquel que tomaba desde casi un año para ir a la oficina (antes vivía un toque más bajo), y es con un cierto placer que lo hice una última vez con la moto en versión road-trip, pasando delante de la estación terrena antes de seguir por una vez hacía el norte por el ramal Escobar de la ruta 9 - alias "Panamericana", esa misma ruta que me hará salir de Argentina y pasar a Bolivia a través de La Quiaca & Villazón.
No tuve problemas con las inundaciones y ni siquiera lluvia en el camino, pero un fuerte viento lateral y una sensación térmica de 3˚C me acompañaron hasta mi llegada en fin de tarde en Gualeguaychú. Ninguna sorpresa por una partida en fin de invierno... Nada más un pequeño dolor de cintura venía minorar mi placer en este trayecto, debido a las numerosas manipulaciones de los pesados equipajes esos últimos días.

        No tenía todavía el reflejo de usar el GPS al llegar en una nueva ciudad y no había tomado ninguna reserva de alojamiento, por el placer de jugarla "jazz", pero luego de poco tiempo al azar encontré el centro y un hotel con estacionamiento privado, de buena calidad debo decir, aunque a una tarifa bastante elevada (500 AR$) que luego me empujó a mirar la víspera en internet las distintas opciones disponibles.
Esa entrada de estacionamiento fue el lugar de mi primer palito del viaje (y hasta ahí el último, por lo menos conmigo encima) : habiendo clavado los frenos delante del hotel al ver aquella entrada, dejé la moto unos metros más lejos para averiguar disponibilidad y precio. Queriendo luego darme vuelta por esos algunos metros, me dejé sorprender por el peso a baja velocidad y no pude retener su caída cuando se me empezó a escapar... Por mi parte quede de pie y la moto no padeció ningún daño gracias a las protecciones instaladas, pero necesité la ayuda del recepcionista y de dos pasantes compasivos para levantarla sin tener que sacar los equipajes !
Me recuperé de este primer día probando un boga a la parrilla en un resto de la costanera - muy rico, al no encontrar disponible ese día uno de esos famosos surubís que varios me habían recomendado, y descubría con cierta emoción al abrir mi K2R por primera vez los mensajes dejados 9 años atrás por los "marmaillons". Las primeras notas tomadas en sus páginas blancas preparaban la apertura del blog y Uruguay me esperaba en la otra orilla !




        El día siguiente, luego haber llenado mis 4 bidones de nafta lado argentino en previsión del aumento de tarifa del otro lado y haberme tomado un desayuno en terraza consagrando mi estatuto de turista sin restricciones, entraba sin dificultad en Uruguay, olvidándome de presentar mi pasaporte para la estampilla de recuerdo, rumbo a Colonia del Sacramento. Un trayecto tranquilo de 250kms con un tiempo más clemente, pasando por Dolores, Nueva Palmira, & Carmelo.
No sabría decir si era todavía la euforia de la partida, pero aprecié enseguida Uruguay y encontré su campo bastante lindo en esta porción, con rutas levemente onduladas y en buen estado. Hasta tuve un buen contacto con agentes del tránsito que me señalaron un exceso de velocidad por un sencillo aviso y una multa condicionada a un próximo exceso. Me gustó la forma de manejar el evento - con profesionalismo & buena onda - y adaptado luego mi ritmo con una franca buena voluntad, de aquellas inspiradas por el respeto mutual (y entonces no tuve que pagar la multa condicional pendiente). Globalmente, l@s uruguay@s me parecieron piol@s e interesantes, y me gustaron algunos detalles como la preferencia al agua embotellado localmente, un signo dentro de otros de una población buscando mejorar su futuro.




        Llegado al atardecer (20h) en Colonia, me quedé el día siguiente para visitar su ciudad vieja y disfrutar de esta onda relajada del lugar turístico fuera de temporada. Esta vez había sacado la lección de la tarifa de la víspera y había reservado en booking.com un hostel copado y más razonable (35 US$/n).
Los chivitos (comidas ultra-proteinadas servidas en sandwich o al plato incluyendo aparte del clásico set de verduras & queso una feta de lomo + una de jamón + un huevo) del piolo Jorge (puestito en avenida Flores, con algunas charlas interesantes sobre Pepe Mujica entre otras) y del resto El Torrón cumplieron mis hambritos y me dieron la ocasión de llenar algunas páginas del K2R.







        El trayecto de Colonia a Montevideo y esa capital misma no fue de mucho interés a mi gusto (ciudad vieja bastante decepcionante), pero recomiendo cálidamente el resto llamado Ruffino (esquina San Jose & Héctor Gutiérrez Ruiz, casi al pie de mi hotel) donde saboreé una crema catalana mango/maracuyá de 10 !
Como lo habrán anotado, ese principio de viaje fue un festival de restaurantes, y va a durar un poco más antes de que la euforia de la partida y la fiaca de cocinar sean temperadas por el estallido de mis previsiones de gasto... :P




        Él de Montevideo a Punta del Este a cambio me hizo seguir preciosas playas y médanos, donde multipliqué las paradas a disfrutar del solcito que venía suavizar este fin de invierno. Me encantó lo fino que está la arena y la tranquilidad en Piriápolis, y aunque Punta del Este no haya sido a la altura de los comentarios escuchados al respecto (en realidad muy "costa de azul" - sureste de Francia - fuera de temporada), es con la sonrisa en rincón que di un paseo en su punta a la noche y luego de desayunar.
Un detalle todavía me venía molestando desde la salida : la distribución de los equipajes que venía trabajando regularmente para optimizar la accesibilidad de los objetos más usados, y más que nada el hecho de ir bajando las dos bolsas impermeables para re-instalarlas al día siguiente... Un problema resuelto esa noche transfiriendo la ropa contenida en la mochila en la bolsa impermeable que la contenía, permitiéndome dejar la mochila por encima de las bolsas andando con solamente ropa de lluvia & de frío adentro y de usarla cada noche para juntar y llevar en una vez los esenciales guardados en el top-case : necesario de baño / zapatos para la noche / estuche compu (conteniendo MacBook + disco duro + K2R) & cables (alims compu / celu / GoPro) / cafe-mate & comidas rápidas de sopa/pan/queso/carne seca / thermos & cantimplora).





        Luego de un nuevo trayecto agradable a pesar del dolor de cintura persistente, y de la descubierta de un sandwich brasileño gigantesco llamado "Bauru" del lado de La Paloma, el punto de caída siguiente era un pueblito balneario de Aguas Dulces, cerca de Cabo Polonio donde había previsto pasar el día siguiente. El lugar era lamentablemente y desesperadamente apagado esta noche, más allá de lo que esperaba por un domingo fuera de temporada, pero el copado hostel sirviéndome de base por la noche también albergaba un grupo de tres brasileñas piolas (en portuñol) y tomado cita en sus ciudades de residencia que justamente se encontraban en mi recorrido previsto : Alice de Rio Grande y Camila & Karina de Pelotas. Prazer chicas :)
Y queda de segundo plano en comparación del placer de encontrar gente copada, pero que placer también de no tener más que una única bolsa a bajar al llegar en el alojamiento del día !







        La reserva natural de Cabo Polonio, ubicada una decena de kilómetros por debajo de Aguas Dulces, fue al origen un pueblito de pescadores hoy más dedicado al turismo. Ningún vehículo está autorizado a entrar, y en realidad muy pocos lo podrían en razón de los algunos kilómetros de médanos que hay que atravesar para acceder...
Es en camión preparado para ello que se transbordan los visitantes desde la terminal donde se guardan sus vehículos. Luego haber recuperado mi mochila "lleva-todo" providencial y dejado la moto debajo de un árbol, me subí también a uno para un trayecto de media horita divertido a través de los médanos, hasta la playa seguida unos kilómetros más para llegar al pueblo. Y efectivamente no pasaba ni en pedo con la moto, sin hablar de la versión cargada con equipajes !





        La llegada en el lugar no deja ninguna duda : acá es "roots" ! :D
Muchas construcciones son armadas con materiales de recuperación, la mayoría con pequeños paneles solares o eólicos modestos - lo demás funcionando con grupos electrógenos, pequeñas huertas & vegetación salvaje rodean casitas coloradas sin delimitación de terreno, con animales paseando en libertad (caballos / chanchos / ovejas / gallinas), y la onda es claramente relax. :) Y esa clama... Ningún ruido de motor, nada más el chapoteo de las olas en la playa. Un cambio radical en comparación de BsAs y sus escapes caseros !




        Después de haber tirado mis cosas en el hostel Viejo Lobo, me fui a descubrir los alrededores y en realidad primero clavarme alguna comida en borde de océano : un gatuzo a la plancha, acunado por el vaivén de las olas lamiendo el pie de la terraza... Un gran momento de relajación !





        El paseo digestivo fue un verdadero placer, entre colinas verdes y playas rocosas, holgazaneando al pie del faro edificado en 1880 (acceso cerrado en la hora que pasé) y observando lobos marinos en su interminable juego de "Córrete de acá, voy a disfrutar de tu lugar mientras está calentito !". Con razón o no, reconocí acá un comportamiento social sorprendentemente semejante al humano, el más gordo imponiendo sus derechos al expulsado, dejando este último manejarse para encontrar un más chico a rajar y volver a una posición correcta, hasta la próxima expulsión... :P





        De vuelta al hostel, encontré mis tres compañeros de habitación del día : Risa, una canadiense en viaje, y Dimitri & Eleonora, respectivamente griego e italiana, ambos tomando algunos días de vacaciones luego de haber trabajado seis semanas en Montevideo en un proyecto por la ONG Rights4water. La noche dio con charlas interesantes sobre las historias de cada uno y la reciente actividad de Dimitri & Eleonora, las actualidades internacionales, la aventura de Syriza, y la dueña del lugar (Vicky) nos dio algunos números al respecto de la reserva : aproximadamente 300 viviendas construidas e interdicción de pedir por más (o de acampar), el cambio de 20-60 habitantes al año a los 2.500 turistas en alta temporada (menos mal pasé en baja ! :x) y cómo los locales se manejan por no tener conexión a las redes de agua o luz. Luego de una escapadita nocturna en la playa a divertirse con el plancton fosforescente que se iluminaba debajo de nuestros pasos (estrés hídrico por desplazamiento del agua debajo del peso), seguimos charlando a la vela hasta la mitad de la noche. 
La sesión de notas en el K2R en la playa a la mañanita fue también bastante mágica, de una tranquilidad como no había sentido desde rato, con solamente algunos pescadores activándose a un poco de mantenimiento en sus barcos sacados del agua...
Y cereza en el pastel, el desayuno nos fue traído por un habitante de la zona, Lucio, quien pasaba de casa en casa proponiendo odorantes panes & pasteles preparados por él y su esposa Edith. No satisfecho de encantar mi paladar, luego me convidó  a tomar un mate en su casita para charlar y conocerse... Gracias a Uds Lucio & Edith por tanta buena onda ! :)
Sin hesitación, recomiendo este rincón de paraíso como uno de los mejores spots de Uruguay por lo que he visto, a no perderse si pasan en la zona !

        De vuelta a la terminal en medio de tarde, y sabiendo que el trayecto hasta Rio Grande - Brazil - sería de una distancia no-despreciable para mi pequeño ritmo, me contenté de acercarme de la frontera pasando una última noche en Uruguay del lado de Punta del Diablo, un modesto trayecto de unos 60kms.
Llegado en el lugar poco antes del atardecer, me clavé un cazón a la parrilla e instalé en el precioso hostel de la viuda donde conocí a Christin, una alemana copada paseando en la zona. Para terminar esta agradable noche, me senté a disfrutar del poco de contaminación luminosa en el lugar revelando la profundidad de la vía láctea desde el mirador del hostel, especie de terraza armada de dos pisos pegada al edificio principal... Justo mágico !






Al programa para el día siguiente : Brazil ! :)

9 nov 2015

Los preparativos_Part 4 - Equipajes

        Bueno, ahora que todos los equipamientos necesarios han sido reunidos y que la moto está lista, ya es tiempo de ver cómo ubicar esa montaña de objetos encima !

        Aparte de esas dos valijas laterales de una treintena de litros cada una preparadas con Carlos y del top-case (baúl amovible) de 46L vendido con la moto, me procuré en Touratech dos bolsas impermeables Ortlieb de 55L para instalar en el asiento pasajero, y en Happy-Trail dos bolsas de 5L previstas para colgarse con velcrocs a las defensas motor laterales, ideales para almacenar las pesadas herramientas y llevar un poco de peso adelante. Mientras había renunciado a la idea de instalar lo que sea en el tanque en razón del muy escaso espacio disponible - debido a la forma del tanque y al gran ángulo de giro de la KLR, finalmente también encontré al último momento en Dafy-Toulouse una bolsa de tanque de 5L a imanes, mucho más cómoda que la fijación por sunchos debo decir.
Pensaba en un primer tiempo no llevar el top-case e instalar las dos bolsas impermeables una al lado de la otra en transversal sobre el asiento pasajero y las valijas, pero la gran cantidad de equipajes resultando de mi primera selección no me dejó otra opción y es finalmente una por encima de la otra que las instalé, entre el top-case y lo poco de asiento que me quedaba disponible...




        Intenté al máximo respetar varios criterios cuanto a la ubicación de cada elemento en los distintos contenedores : vulnerabilidad a los golpes y/o al agua y/o al calor (valija del lado del escape poco recomendada para los stocks de nafta), frecuencia de uso, necesidad de acceso rápido (protección lluvia y frío, reparaciones rápidas, etc), peso a repartir de forma equilibrada entre lado izquierdo y derecho... Un verdadero rompe-cabeza !
Ahí están algunas fotos de los distintos sets de cosas a hacer entrar en este kit de contenedores, para ayudar a tomar la medida del Tetris en curso : un primer kit junta los elementos de mantenimiento & partes de repuesto, un segundo para todo lo que es equipamientos de camping / electrónica / libros, y un último para toda la ropa normal & moto... Para aquellos que conocen mi gigantesca mesa de salón, sepan que cada set la cubría por lo menos hasta la mitad. :P







        Por fin, quería llevar una mochila de caminata en previsión de algunos paseos sin la moto (Machu Picchu, El Chaltén, etc) y por un uso urbano de peatón, pensada como entrando en una de las dos bolsas impermeables. Lamentablemente, mi primera tentativa de distribución de las cosas puso en evidencia mi laxitud en su selección, dejando la mochila rellena y fuera de las bolsas impermeables, también rellenas...



        Procedí entonces al primer alivio de una larga serie, esta vez limitada a la sola ropa, logrando reducir de mitad el volumen de la mochila y así hacerla entrar en una de las dos bolsas (comprimiendo todavía un poco más la otra y el top-case). 




        Debo decir que la rápida sesión a pesar los distintos contenedores resultantes me dejó algo perplejo cuanto a la viabilidad del set... Pero esos últimos arreglos de equipajes habiendo sido la víspera de devolver el depto y tomar la ruta para este viaje - supuestamente por lo menos, no tuve tiempo para proceder a un ensayo en movimiento sobre la moto... Tremendo error, como lo iba a descubrir el día siguiente !



Los preparativos_Part 3 - Moto

        Sin sorpresa, la primera etapa de la preparación moto es procurarse una ! Y en aquella fase, cada uno elegirá según su proyecto, sus afinidades, y más que nada su presupuesto considerando lo disponible en la zona. Hay mucho para leer al respecto, y es obviamente un gran momento que de tratar proyectarse con distintos modelos y finalmente fijar su compañero de ruta de los próximos meses, pero creo haber entendido que todo se puede mientras el corazón está, del scooter a la Yamaha R1 pasando por toda la diversidad presente & pasada del mundo de los 2 ruedas...

(Adam Hutchinson_Europe on a scooter & Reinhard Hohler_R1-RTW)


        Personalmente, el tipo "trail" (mix ruta / off-road) se impuso como la parte razonable de mi elección, primero en previsión de los caminos de tierra que quiero recorrer para disfrutar al máximo de las zonas atravesadas, y aparte por no querer sufrir de la falta de comodidad en posición & amortiguación, considerando la duración importante del viaje.
La cilindrada de la categoría de las 600cc a su vez me pareció el justo equilibrio entre la capacidad a llevar equipajes por un lado y limitar el peso en movimiento del otro. La Honda 250 Tornado y sus agradables 130kg me permitiría difícilmente alcanzar un mínimo de autonomía (camping / mantenimiento / etc), pero estaría realmente incómodo con los 240kg sin equipamientos de un monstruo como la BMW 1200GS al entrar en zonas arenosas o de barro... Y de toda forma ese tipo de máquinas simplemente no está en mi presupuesto para decirlo cariñosamente ! :D

        Por suerte, el modelo que elegí luego de algunas horas de lectura e investigación del asunto se reveló estar disponible en Argentina, aunque a una tarifa bastante prohibitiva : la Kawasaki KLR650 - alias la Jeep de las motos, probablemente la más capaz de salir del asfalto en aquella categoría (a la excepción de la KTM 690 pero no está hecha para viajar). Por suerte de nuevo, la pude comprar fin 2013 usada con 15.000kms al precio sentado de 75.000 AR$ (equivalente en aquel momento a casi 10.000 US$... :x), justo antes de la nueva salva de aumento de impuestos a la importación principio 2014 que hizo duplicar su precio en algunos meses...

(Captura de pantalla del anuncio de venta de la KLR fin 2013)


        Por un rápido histórico de mi experiencia en 2 ruedas, sepan que nunca tuve ciclomotor/scooter - salvo a manejar la de mis amigos, mi compadre Cheb todavía se acuerda - y que mi iniciación a la moto unos 8 años atrás en Francia se hizo con una Yamaha FZ6n-S1, una pequeña "naked" (de calle) razonable de 78cv (600cc en 4 cilindros por aquellos a quien habla, y 4 tiempos obviamente) para empezar tranquilo... Más que necesario en realidad, pero todo bien considerado no era una mala elección. Seguí en Francia con dos otras 600 naked : una Triumph Street Triple R (675 en 3 cilindros, justo mágica !) con la cual me inicié el tiempo de un verano de loco al placer del circuito de velocidad, y una Kawa ER6n (650 en 2 cilindros jugadores) para los últimos meses en Francia antes de partir para Argentina. 
Perdí entonces 1 cilindro a cada cambio de máquina, y seguido aquella tendencia en Argentine donde estuve andando únicamente con mono(-cilindros)s... Ya va a ser tiempo de revertir la tendencia ! :D

(FZ6 & ER6 arriba, ST3R abajo)


        Una vez llegado en este nuevo país, mi esperanza de pasar a una moto de más de 100cv (Francia es el único país en el mundo a restringir sus motos a 100cv :x) fue instantáneamente duchada por las tarifas de otro mundo del mercado local (de 2 a 3 veces el europeo) y el estado de mis ahorros luego de este fantástico verano de pistero y la mudanza internacional...
Me mandé entonces por una Honda XR250 - Tornado (tipo casi enduro) comprada en San Carlos de Bariloche 18.000 AR$ usada (20.000kms), que finalmente me habrá casi satisfecho y que tuve hasta el momento de pasar a la KLR. Entre tiempo, durante los tres años y medio en Argentina antes de mi partida en viaje, también habré pasado algunos meses por una Honda NX4 - Falcon (pequeño trail de 400cm3, bastante desilusionado por un precio doble al de la Tornado) y algunas semanas por una Honda CB250 - Twister (pequeña naked con el motor de la Tornado) para averiguar si tal vez este otro tipo de moto me ayudaría a aceptar la baja cilindrada... No hubo caso, ya me había acostumbrado a la calidad de prestación de las 600 en motor & parte ciclo (rigidez del cuadro / amortiguación / frenado), y aunque haya sido con algún pinchazo al corazón que vendí mi Tornado, aunque la KLR se lleva la palma del más chiquito motor de la catégorie de las 600 (42cv !), igual estaba realmente feliz de volver a ese nivel de máquina.

(Tornado arriba - anotarán que entre las 2 fotos perdí la chapa que venía colgando en la 1˚, Falcon & Twister abajo)


        De octubre 2013 a septiembre 2015, es entonces durante dos años que usé aquella KLR en trayectos diarios trabajo-domicilio & ocios, el tiempo de aprender a conocerla tranquilamente y de empezar por pequeños toques a ir preparándola para este viaje que le destinaba desde la compra.
Hasta pude experimentar a ver hasta qué nivel de agua podía avanzar motor prendido, durante una inundación como hay regularmente en mi última zona de residencia (Tigre) en razón de lo que llaman localmente "una sudestada" - combinación de marea ascendente y de viento del sur-este que empuja las aguas del Rio de la Plata hacía las tierras y hace desbordar todos los cursos de agua sobre las zonas urbanas atrevidamente cercanas a los mismos. Tuve suerte ese día de no doblar la biela del pistón, pero me sirvió a delimitar el nivel maxi de agua transitable con mi jeep : cuando el agua me llega a las rodillas - justo antes de la entrada del filtro de aire, realmente es tiempo de pensar o en un itinerario bis o en cortar el motor y seguir empujando, lo cual hice ese día sobre 3kms en un buen metro de agua para llegar a mi depto...!

(La KLR en modo anfibio)


        La KLR comprada siendo entonces completamente de origen y sin accesorios, fuera del baúl "top-case" que dejé para el viaje, le tuve que hacer una preparación completa para adaptarla a las necesidades del proyecto : varias protecciones, mejoramiento de la parte ciclo (amorto adaptado & flexible de freno en acero trensado), instalación de soportes laterales para valijas & adaptación de la interface soportes/valijas, adición de algunos accesorios para necesidades particulares (monitoreo de batería y canilla de extracción de nafta del tanque + filtro de nafta), corrección de una falla de diseño conocida (el famoso "doohickey" para aquellos que se interesarían en la KLR), e instalación de consumibles de calidad superior (pastillas de freno, gomas, y kit cadena). Ahí está una breve descripción del material y de su instalación.

- Protecciones :
        Lo debo reconocer, la probabilidad que me mete algunos palos a lo largo del viaje y de mi aprendizaje off-road es más que alta, e instalar algunas protecciones no puede ser mala inversión. Este pack incluye cubre-puños comprados acá (RaceTech), defensas laterales motor también compradas localmente (acá lo llaman "mata-perros" en razón de la impresionante cantidad de perros que se echan para morder las ruedas cuando pasas), y un cubre-carter alu casero para reemplazar él de origen en plástico. Los soportes de valijas - y en realidad más que nada las valijas mismas - harán oficio de protección de la hebilla trasera.




- Amortiguadores :
        Considerando la importante carga de equipajes que voy agregando para este viaje (entre 70 & 100kg) y la importancia de tener un amortiguador adaptado, y a pesar del costo no-despreciable (380 US$ en Happy-Trail + 120 US$ de envío en Francia para recuperación allá en la ocasión de un pasaje memorable justo antes de la partida), me mandé entonces a comprar un buen amorto trasero correctamente calibrado - i.e. con un resorte correspondiente a la carga prevista ("465 Series Progressive Shock"). Por lo que es de la amortiguación delantera, me pareció suficiente y no la toqué (ni resortes de horquilla progresivos, ni siquiera cambio de aceite por una de viscosidad superior), y por ahora no me puedo quejar de casi nada. 
Sin embargo debo reconocer que intento compensar mi exceso de equipajes por un ajuste de pre-carga (los 2 anillos que vienen comprimir el resorte) más allá de lo recomendado, y no creo que sea la solución a mi problema...



- Frenado :
        Pensé un momento en agregar un segundo disco + caliper adelante, pero la operación hubiera sido bastante costosa por un resultado probablemente bastante aleatorio. Me contenté de cambiar el flexible de freno delantero en plástico (que se vuelve más flojo con el calor y entonces pierde en eficiencia al frenado) por un flexible de acero trensado - y de "tipo avia" (por aviación) en francés - que este sí se banca bien el cambio de temperatura y mantiene correctamente el nivel de presión sobre las pastillas.
Imposible de encontrar en Argentina, este flexible avia y 2 juegos de pastillas de freno de calidad superior fueron ordenados en Happy-Trail, por un precio inferior a un sencillo juego de pastillas acá.



- Soportes traseros & valijas : 
        Un ineludible del viaje a moto. Se puede elegir entre equipajes flexibles o rígidos, pero no hay 36 soluciones con respecto a su ubicación en la moto : o se viaja muy liviano satisfaciéndose de una mochila en el asiento, o se pretende llevar un poco más y hay entonces que acomodar una estructura en los lados de la hebilla trasera. Y a pesar de que sea posible y preferible agregar después algunos equipajes adelante para equilibrar la carga, no hay ninguna duda de que la gran mayoría del peso llevado se ubique en la zona del pasajero - por lo cual se merece cambiar por lo menos el resorte del amortiguador trasero. 
Por mi parte opté por valijas rígidas, considerando que la protección traída al contenido contra golpes y agua - pensando en elementos frágiles e importantes como kit primer auxilio / filtro de agua / estufa a nafta - compensaría razonablemente el sobrepeso en comparación de la solución flexible. Por ahora no me arrepiento de mi elección !
Aún que las trabas a las importaciones argentinas hayan otra vez en parte limitado la elección, debo reconocer primero que los productos disponibles en Europa & Estados-Unidos me parecieron pasablemente zarpados en precio (del orden de 800 US$ mini por un par de valijas y cerca de 300 US$ para sus soportes), y segundo que Argentina parece haber desarrollado en respuesta a esas limitaciones una más amplia oferta de pequeños artesanos proponiendo productos de menor calidad pero a tarifas claramente más abordables. Pude así comprar localmente un juego de soportes y un par de valijas por un total de aproximadamente 4.000 AR$, o sea +/- 400 US$ en aquel momento. Aunque haya tenido luego que hacer algunos esfuerzos para volverles compatibles, esa tarifa está sin ninguna duda más adaptada a mi presupuesto !
Estuve entonces instalando primero los soportes sin gran dificultad, y luego adapté con Carlos las valijas a los soportes... Bueno, para ser sincero, ahí fue él quien hizo todo, en razón de las soldaduras al arco necesarias por las cuales no tenía ni el material ni el saber-hacer ! 
Para aquella adaptación, hemos primero soldado debajo de cada valija una barandilla en forma de "U" abierta hacía abajo para venir apoyar el peso sobre la barra inferior del soporte. Luego soldamos arriba de cada soporte dos pequeñas placas con un agujero en cada una para recibir un tornillo grueso que hicimos salir del interior de cada valija, cada tornillo siendo sí mismo agujereado transversalmente para recibir una chaveta una vez pasado en la placa del soporte. Así el peso de la valija está soportado casi exclusivamente por la barra inferior del soporte, y la parte superior sirve más que nada a chapar lateralmente la valija al soporte. No es ideal, pero es la mejor solución que hayamos encontrado con lo disponible (bajo presupuesto y poco tiempo) ! Un segundo agujero en 1 tornillo de cada valija me permite por fin pasar un candado y así asegurar correctamente su fijación a la moto para cuando la dejo abandonada.
Por fin, agregamos algunos sunchos fijados con remaches a las valijas, permitiéndome llevar algunos litros suplementarios de nafta por las dudas, correspondiente con 4 bidones de 2L cada uno a un aumento de 30% de mi autonomía, aproximadamente de 400 a 550kms.




- Accesorios :
        Al contrario de las baterías europeas que son selladas y no piden mantenimiento, descubrí luego de algunas tentativas de arranque infructuosas que la mayoría de las baterías en Argentina se pueden y deben abrir cada tanto, sus celdas necesitando ser llenadas +/- frecuentemente con agua desmineralizada. A fin de poder detectar de antemano la falta de líquido y controlar el voltaje de la batería sin tener que desarmar la moto (cachas + asiento), me procuré en Happy-Trail un multímetro que queda permanentemente conectado a la batería, y que aparte indica la temperatura tomada por un sensor deportado y da la hora (finalmente no tan inútil). Un pequeño soporte casero fabricado con Carlos vino instalarse arriba del tablero para recibirlo.
Por otro lado, mi elección de usar una estufa de camping a nafta necesitando un acceso fácil a la del tanque, insertamos un empalme desconectable entre el tanque y el carburador, y aprovechamos esa apertura para agregar un filtro de nafta en previsión de los combustibles de calidad inferior en zonas alejadas (gracias Toto !).
Por fin, agregé un caballete central comprado acá para facilitar el mantenimiento y las reparaciones, y una ficha 12V para conectar el GPS o el compresor eléctrico, posiblemente también los guantes calentadores si necesario (y sí, esta maravilla de lucha contra el frío existe, marca Gerbing's entre otras).





        Para terminar, me quedaba a arreglar un problema conocido de largo plazo de la KLR : un defecto de diseño de un elemento interno al motor, el famoso "doohickey" en inglés, un tensor de cadena primaria que falló para muchas unidades y que en caso de ruptura en funcionamiento tiene alta probabilidad de destruir irremediablemente el motor al dejar aquella cadena libre de ir hacer pelotas a los engranajes cercanos. Aquel defecto había supuestamente sido corregido a la ocasión de la única actualización de diseño que Kawasaki se ha dignado a hacer luego de 20 años de existencia de aquella máquina, en 2008 por una primera salida a la venta en 1987, pero la mayoría de sus dueños no fueron convencidos de su eficiencia y recomiendan cambiarlo sí mismo, por las dudas. No iba a hacer mi rata por un problema resolvible a poco gasto que en caso contrario arriesgaba dejarme clavado en el medio del desierto con una moto definitivamente fallecida, compré y cambié esa parte lo antes posible.
Aparte de eso, en previsión de la varias manipulaciones previstas y para meter todas las chances de mi lado de poder arreglar un problema sin ayuda externa, me procuré el manual de mantenimiento/reparación dedicado a la KLR, en versión papel para no depender de la batería de la compu en caso de necesidad en el borde de la ruta.



        Me gustaría poder decir que hice la mayoría de la preparación yo mismo, pero hay que devolver a Cesar lo que le pertenece a Cesar : un gran Gracias a vos Carlos, mi mecánico en oro y ahora amigo que sin ninguna duda fuiste uno de aquellos quien hicieron que se vuelva posible este viaje ! :)
Efectivamente, aunque haya intentado lo más seguido posible meter las manos para aprender por la práctica, pidiéndole de guiarme y explicarme, es finalmente él quien acabo con la gran mayoría del trabajo, con el alumno al lado tratando de volverse útil y aprender observando (e hinchando con toneladas de preguntas...). 
Grande Pingo ! :) 




        Y nada más para reírse un poco, yo que como mucho había pinchado goma una o dos veces en 4 años en BsAs, agarré un clavo en la trasera camino al taller de Carlos a tan solo algunas cuadras de llegar, el día siguiente de haber instalado las nuevas cámaras & gomas, apenas una semanita antes de la partida... Resultado luego de haber elegido andar igual los 500m que me faltaban sobre la llanta hasta el taller en vez de reparar en el lugar : 8 pinchazos en la cámara nuevita, 8 parches a instalar en concepto de entrenamiento intensivo a las pinchaduras !!!!!!!!



        Y finalmente, justo a tiempo para la gran partida pero sin haber tenido la ocasión de salir a hacer un run de ensayo de una semanita en la zona, la jeep estaba lista para pelearla ! Vamos ! Listos para dar una vueltita por Sudamérica ! :)