19 ene 2016

Iniciación off-road en las Sierras Córdobesas

        "Vamos" ! Ese grito del corazón regularmente tirado por Carlos ha marcado nuestra semana de paseo, en respuesta a nuestras fiacas matinales, a mis regulares propuestas de "pequeña pausa mate ?", y a las notificaciones de hambre creciente de Chincho ! :D
A pesar de nuestra ansiedad a todos de mandarse a descubrir los hermosos alrededores de Córdoba, ese primer día habrá sido más una vuelta de calentamiento y un recordatorio a una implacable realidad : "no se puede negociar con los eventos, se debe acomodar con los mismos" ! Luego de un despertar difícil, daño colateral de nuestra noche de reencuentro, y los últimos preparativos de revisión de las motos y selección de equipajes por la semana, el grupo de los Cabritos estaba listo para arrancar en fin de mañana : Carlos con su Honda CG125-Storm, Chincho con su Yamaha YBR125, Dany con su Honda XR125 recién comprada, Toto con la Honda CB250-Twister prestada por uno de sus amigos por la semana, y yo con la Kawa KLR650 aliviada de la mayoría de sus equipajes - que placer volver a sentirla tan reactiva !
Aclaro acá que ese grupito ya presentaba algunas disparidades notables, aunque nos hayamos acomodados de las mismas sin problema : del lado de las motos, las de Carlos, Chincho, & Toto son modelos previstos para rutas asfaltadas más que para pistas de tierra con respecto a sus suspensiones y gomas, bastante inadecuadas al programa de la semana... Pero sus pilotos ya tenían alguna experiencia de ese tipo de terreno, al contrario de Dany & yo, perfectos principiantes en el ripio. Para ser exacto, Dany estaba hasta casi-totalmente principiante cual que sea el revestimiento considerado, haciendo acá muestra de un innegable coraje y optimismo considerando el desafío a enfrentar ! Y de mi lado, los 230kg de la KLR venían condimentando un poco esa iniciación off-road en comparación a los claramente más maniobrable 130kg de las demás motos del grupo, sin hablar de la llanta delantera descentrada cuyo efecto me iba a ser revelado pronto...
Luego de haber llenado los tanques y terminado los restos del asado de la víspera, es finalmente en principio de tarde que el grupo arrancó con el menu del día : un recorrido de poquito más de 150kms casi-exclusivamente compuesto de caminos de ripio llevándonos de Tanti a la zona dicha de "Los Tuneles", pasando cerca de las cumbres de "Los Gigantes", para terminar teóricamente en la ciudad de Mina Clavero más al sur. Lamentablemente un primer pinchazo de Chincho ocurrido luego de pocos kms nos llevó de vuelta a la gomeria de Tanti para una reparación express, después de un divertido intento con una espuma tan volatil como inútil. Habiendo re-arrancado cerca de las 15h, un segundo pinchazo de Chincho, probablemente debido al mal trabajo de la gomeria, nos impuso una segunda pausa apenas más lejos que la primera... Esta vez, dejamos la espuma a 2 mangos por el buen antiguo método del parche en la cámara, y "vamos" ! Sin embargo, la inalterable voluntad de Carlos de pegar al programa del día no pudo resistir al tercer pinchazo del día del cual fue la víctima a unas decenas de kms de los Tuneles, dejándonos apreciar de lejos las cumbres bañando en las luces del atardecer... Cambio de plan y desvío hacía la ciudad de Villa Cura Brochero, pocos kms antes de la destinación final prevista de Mina Clavero, dejando para el día siguiente la vuelta por la zona de los Tuneles !
Muy buenas impresiones para ese primer día de manejo en caminos de tierra, la pista recorrida siendo globalmente favorable ya que bien compactada y sin zonas tramposas. La KLR se comportó sanamente y pude apreciar sin cagazos esa sensación de flotamiento tan nueva para mí luego de ocho años de neta adherencia al asfalto ! :)








        El día siguiente, habiendo esta vez logrado despegar más temprano y zafar nuevos pinchazos, volvimos rápidamente hasta la zona de los Tuneles por una hermosa pista bordeando el lado oeste de la sierra, con una vista por encima de la provincia vecina de San Juan. Un mirador en cabo de pista nos permitió también observar cóndores, los cuales nos regalaron acá algunos vuelos bajos... Impresionante bicho visto de tan cerca, con unos 3-4m de envergadura y un sonido sedoso pero fuerte al sobrevolarnos ! Luego de haber disfrutado una oferta de "cabrito a la parrilla libre" en un restaurante ubicado cerca ("Las Aguilas"), hemos seguido rumbo al sur y alcanzado a la noche la ciudad de Merlo, en límite de la provincia de San Juan, en previsión de la salida del día siguiente hacía el famoso "Pueblo Escondido". Otro buen día totalizando unos 90kms de ripio y 200kms de asfalto, pero condimentado esta vez para mi de algunos cagazos en zonas arenosas donde el tren delantero se puso a oscilar peligrosamente, obligándome a volver por debajo de los 50km/h para no terminar en el piso... Ninguna caída sin embargo, aunque creí varias veces que no lo iba a zafar !

Una pequeña novedad a partir de acá, me pruebo a la inserción de algunos videos para ver qué onda, ya les pido perdón por el amateurismo... Lo voy descubriendo todo como puedo entre dos hosteles :P











        Al programa por ese tercer día, el famoso Pueblo Escondido, un pueblito aislado del mundo cuyo acceso se merece cual que sea el medio elegido para alcanzarlo (hasta GoogleMaps termina su dibujo con punteado !). Efectivamente, la pista del "Cerro Aspero" que se toma en 4x4 o en moto para ir allá es digna de los más lindos carteles de excursión aventura, y se debe en realidad combinar en ambos casos tanto un vehículo realmente adaptado como un mínimo de capacidad para sacarle provecho, o resolverse a terminar caminando... como lo íbamos a descubrir pronto !
La mañana era fresca y nublada, y antes de que tengamos tiempo a calentarse, un accidente sin gravedad de Dany cortó nuestras pretensiones a desafiar esas condiciones adversas... Una combinación de algunos de los grandes clásicos del aprendizaje moto : una curva tomada demasiado temprano a la cuerda - aunque habiéndose quedado en su carril, un regreso demasiado rápido al exterior para alejarse de un coche que aparece al frente, una crispación en el freno delantero que enderece la moto y la hace tirar derechito, y Dany se fue a rozar la baranda antes de pasar por encima, haciéndose en la misma un esguince, poco ayudado por los livianos zapatos de deporte que llevaba ! Por suerte más miedo que daño, y hasta pudo llevar él mismo su moto hasta Merlo donde lo llevamos a la guardia y luego a la clínica, hasta obtención del tranquilizador diagnóstico de esguince, lo cual sin embargo le iba a complicar un poco los días pendientes para terminar la vuelta...
Después de habernos clavado una comida adecuada al tiempo del día (un guiso de lentejas), y una vez tranquilizados respecto a la salud de nuestro herido, elegimos mandarnos en reconocimiento rápido de la famosa pista del cerro Aspero : "Vamos" ! Y aproveché por mi parte para dejar la pesada KLR en el hotel y divertirme un poco con la super-liviana XR125 de Dany. Gracias por ese préstamo amigo ! :)
La diferencia de maniobrabilidad fue realmente increíble y me dio algunas horas altamente satisfactorias, permitiéndome ser cada vez más atrevido cual que sea el terreno y disfrutar esa vez plenamente del placer del manejo off-road. Y hay que reconocer que venía a punto con esa pista claramente "enduro", en la cuya tuvimos tanto placer como dificultades sin hablar de la nube envolviéndonos... Y hubiera sido imposible pasar algunas zonas complicadas con la KLR, cual que sea el nivel de competencia del piloto : demasiado pesada para frenar su bajada y claramente demasiado baja para pasar algunos escalones ! Luego de haber disfrutado a full los primeros kms de esa divertida pista, nos resolvimos a darnos vuelta al atardecer, después de una zona particularmente difícil donde aun en 125 no lográbamos pasar sin ayudarse cada uno a su turno, avanzando cm por cm, levantando y reposicionando las motos para encontrar el mejor camino...
De regreso al hotel, y luego de haber pasado algunos momentos a cagarse de risa en las videos del día, arreglamos el tema del tobillo de Dany con mis botas que le presté hasta el fin de la semana, conformándome por mi parte con los zapatos de moto que por suerte había llevado en caso de calor excesivo.















        El día siguiente, es con el grupo completo que nos mandamos de vuelta a la conquista de ese puto pueblo tan bien escondido, Dany siendo prudente pero presente, y yo en la YBR de Chincho luego de haberle dejado la Kawa. Aunque las nubes hayan también renovado su participación en el principio, tuvimos la suerte de verlas disiparse al momento de alcanzar la parte más picante de la pista, revelando preciosos paisajes escondidos la víspera. Después de haber abandonado la KLR en entrada de zona (demasiado) escarpada, seguí caminando a los demás cabritos como cameraman oficial y reemplazante en la XR de Dany para las escasas partes donde su tobillo herido le impedía pasar en moto. Progresando lentamente pero seguramente, el grupo la peleó valiosamente hasta que Carlos, en buen abridor ("vamos !"), haga derretir sus discos de embrague por pedirle lo imposible a su pequeña 125 de calle ! Es entonces caminando que - casi - terminamos el trayecto hasta el Pueblo Escondido, un buen 5kms que Dany recorrió en modo "Gandalf el loco" apoyándose en un palo. En realidad paramos la excursión una vez el pueblo en vista, aproximadamente unos 5kms más por debajo, considerando la hora avanzada, las motos y cosas abandonadas algunos kms atrás, y el trayecto pendiente hasta el punto de caída de la noche : Villa General Belgrano, cerca de 90kms más lejos. Sin olvidar que la cabrita de Carlos todavía necesitaba una reparación improvisada para renacer de sus cenizas !
Vuelta atrás entonces después de haber descansado un tiempo a mirar de lejos ese puto pueblo que finalmente nos habrá escapado (incontestablemente bien "escondido"), y operación a corazón abierto de la Storm de Carlos, en la sombra de un árbol providencial, cortando y ajustando las dientes de discos de embrague previstos para la YBR125 de Chincho de forma a que entren para la Storm de Carlos... Alto arte a la Argentinian's style !
Luego de haber recorrido la hermosa pista llevándonos hasta Villa General Belgrano, donde nos esperaba una casa de campo prestada por el jefe de Chincho, la noche se organizó alrededor de un asado improvisado en introducción al más serio previsto para el día siguiente.













        Para el último día de paseo y regreso a Tanti, el trayecto siendo compuesto casi-exclusivamente de asfalto, aprovechamos con Toto para intercambiar nuestras motos todo el día, confirmándome a qué punto la Twister definitivamente no es hecha para flacos altos como yo... De su lado, a Toto visiblemente le encantó la KLR ! Habiendo tomado el tiempo a la mañana de proceder a algo de mantenimiento / reparación, hasta pudo disfrutar el reloj de velocidad resucitado (tanta mugre había ingresado al tornillo sin fin que hace girar el cable que había roto una de las dos dientes del anillo de transmisión).
Luego de una linda ruta sin sorpresas, nos clavamos un fantástico asado, manejado de mano experta por Carlos y acompañado de una buena botella de Fronsac traída por mi padre durante sus vacaciones de fin 2014. Pura delicia, como esa semana con los Cabritos ! Un gran gracias a Uds los porteños por la buena onda compartida esos días ! :)
El día siguiente, él de su vuelta a BsAs, una linda lluvia matinal y el cansancio de la semana pasada tuvieron razón del último "Vamos !" de Carlos, y el programa de una última escapada en los alrededores de Tanti se cambió en descanso y limpieza tranquila de la casa. Luego de haberse separados y deseados uno al otro buena continuación / regreso, volví por mi parte a Córdoba para una semanita de descanso y mantenimiento moto (tratar de arreglar ese problema de llanta delantera descentrada que me provocaba oscilaciones en lo blando), esperando también que la lluvia que había zafado hasta ahora pase.










        Volver a la configuración "cargada como un burro" de la KLR me fue bastante doloroso, a pesar de haber dejado algunas cosas más a Carlos antes de su salida, pero el balance de esa semana de iniciación al ripio era claramente positivo : aunque su peso importante me venga innegable perjudicando en comparación de la maniobrabilidad de una liviana 125, el ripio parecía al alcance de la Kawa a condición de saber llevarla y mientras la pista quedaba suficientemente compactada (zonas de arena realmente problemáticas sin embargo), y más que nada esos caminos dan acceso a puras maravillas en término de paisajes ! A mi entonces de seguir mi aprendizaje con este revestimiento mandándome en nuevas porciones a lo largo del viaje... :)